Hoy debería estudiar
pero la verdad es que no me apetece.
No me apetece nada.
Una vez me dijeron:
dime lo primero que te venga a la cabeza.
Y eso voy a hacer:
¡Sacacorchos!
Estoy escribiendo en un papel blanco con
un rotulador amarillo,
qué estupidez.
Siguiente ejercicio, abre los sentidos y
escribe.
No, eso no es divertido.
Abre los sentados y escribe. Eso está
mejor.
Abre los sentados, ¿Hombres sentados?
No quiero abrir a un hombre sentado.
Pues lo tiro al suelo.
El suelo del vagón está lleno de
gente que estaba sentada.
Y escribe.
Voy a escribir sobre ellos, literalmente.
Veo dulces, huelo amarillos, toco la
música, saboreo aromas, oigo cosas suaves.
Me gusta cambiar la realidad, cierro los
ojos e imagino.
Como un juego.
Juego a imaginar que soy otra persona,
a cambiarme de cuerpo,
¿Quién es quién?
Me imagino lo que quiero,
pues nadie controla ni cabeza.