domingo, 28 de julio de 2013

Sentimientos contemporáneos

La sangre me empezó a hervir.
«Si te quieres enamorar de una chica, primero tienes que verla en bikini»
Tuve que irme de aquel lugar.
Pocas veces escuché una "cosificación" tan burda de una persona. Como si solo fuera un objeto, un maniquí, que está expuesto a la vista y tacto de cualquiera, para catarlo y decidir si merece la pena, o no, seguir "perdiendo el tiempo" observándolo.
Un objeto que ni siquiera parece tener valor más que el sexual.
Solo falta el cartel de "Se vende".
Qué asco, joder.