jueves, 13 de diciembre de 2012

Y lloré

Y entonces lloré, lloré de felicidad.
Lloré porque recordé.
Recordé un simple, pero el más sincero y reconfortante abrazo que me han dado nunca.
Y fuiste tú. Y hablamos, pero no dijimos ni una palabra.
Y me acariciabas el pelo.
Y sonaba la música.
Entonces lloré, lloré de felicidad.
Y me da pena, porque seguramente, el alcohol lo ha borrado de tu memoria.
Y lloré.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Loca

Yo soy, él es, que soy, que no puedo ser, sin decir qué soy, qué quiero, que seas.
Que quiero que quieras, lo que yo quiero, lo que tu quieras, que sea.
Que yo soy, que él es, es tú, eres.
Que quiero, que quieras, que me.
Que vivas, que tú. Que seas. Seamos.
Sin agobios.
Este hombre está detenido por intentar pagar en una tienda con pesetas. Se escandalizó porque no se las aceptaban, se caldeó el ambiente, el hombre es esquizofrénico y no se medica. El dependiente llamó a la policía.
Este hombre recibió un fuerte golpe en la cabeza y sólo recuerda su pasado, él no lo sabe, los policías tampoco.
Llaman al manicomio.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Una sonrisa de tristeza para el mundo

Pobre mujer. Él se lo llevó.
Se lo arrebató de sus brazos mientras ella se secaba las lágrimas.
Lo sabía, pero no ahora.
Nunca antes había sentido un golpe tan fuerte,
la rompió por dentro.
Él se lo llevó, se llevó una gran parte de su ser.
Y con ello su sonrisa, sus ganas de vivir se evaporaron.
Por ahora está por estar,
porque la vida sigue su curso,
aunque para ella, ahora, sea demasiado lento.
No quiere hacer ver al mundo el hueco en su pecho.
Se acerca a duras penas a su viejo espejo y se mira,
ve cómo pasa el tiempo, el futuro en presente, y piensa "¿Por qué no a mí?"
Aunque su pulso sea frágil y tembloroso,
coge el pintalabios y se dibuja una pequeña curva en las comisuras de los labios.
Se corrige las ojeras, ahora apenas duerme, llora en silencio,
es lo único que puede hacer, hasta que se gaste...
Una vez dibujada la felicidad en su rostro,
coge el bolso y se va a tomar una infusión a la cafetería de siempre.
Hasta la hora de comer.
No sin antes corregir la marca de rimmel que ha dejado una pequeña lágrima que se ha escapado.
Ahora sí, está lista para salir.

martes, 18 de septiembre de 2012

Mundo al revés, tiempo al revés

Por lo visto, ayer será mi cumpleaños.
Un año menos.
Ayer dejaré de ser mayor de edad,
ayer perderé el derecho a conducir,
ayer... dependeré de alguien que no soy yo,
alguien que controle mis decisiones,
me va a costar hacerme a la idea,
aunque el tiempo pasa, se gasta.
Nos estamos consumiendo poco a poco,
Todavía recuerdo el día que desperté,
Estaba mi hija, sentada, a mi lado, agarrándome la mano, "Vuelve..." decía.
Me quedan dieciocho años para que todo se acabe,
para estar en una fase en la que no soy fase,
como ella.
Una fase en la que, si todo fuera al revés, ni siquiera me hubieran pensado.
¿Qué será de la nada cuando no haya ni eso?

viernes, 31 de agosto de 2012

Realidad confusa

Mi musa, fuente de inspiración que cobija mis recuerdos más bellos y profundos, mis sentimientos de felicidad absoluta. Que, sin saberlo, consigue, por ser el ser que es, sacar lo mejor de mí, captar toda mi atención durante ese momento. Digno de congelar, con unos ligeros toques de luz, luz que provoca que la nada tenga color. Por un ente no cualquiera. Un ser que es y no respira.
-"Nombrar un objeto es suprimir el mayor placer del poema" Stephane Mallarmé.-

miércoles, 29 de agosto de 2012

Tomaré... lo mismo que ella

¡Brindemos!
Por el eterno amante de las fiestas y el alcohol.
Aquel que vive por y para lo suyo,
aquel no egoísta,
aquel que simplemente no lo entiende,
ve las cosas de otro modo.
Alguien con complejo de barril,
al que le falta su tapadera, o algo así...
"Nos ahogamos en un mundo que no es el nuestro"
Yo, en cambio, soy un bloque,
un bloque de algo duro pero maleable, creo.
Un bloque que necesita su tiempo para dar forma,
su dedicación, dedicado, delicado, delicación; no, delicadeza,
su forma adecuada.
Su dedicación... adecuada.
Un bloque adecuado que necesita tiempo dedicado, delicado, dedicación, dar, delicación, su, para, forma.
Me sobran las palabras.
Se inventan las palabras.
Asfixio mis ganas en la almohada,
asfixio lo que no se expresar,
mis ganas de ser, de ser por algo.
mis ganas de querer.
Mierda. He roto otra copa.
Yo esto no lo pago.

lunes, 27 de agosto de 2012

Intuyo, imagino

Damas y caballeros, pasen y vean.
Vacío. Un vacío lleno de almas.
Almas de colores invisibles,
que vagan por el mundo de los vivos.
Son sociables y observan.
Te cuentan su vida anterior y presente mientras tú desayunas.
Se sientan contigo en la mesa y te miran. Sólo te miran.
Se acercan a ti, estudiando cada poro de tu rostro,
mientras tú sigues mirando esas curiosas formas que ha dejado la espumita en tu café.
Saben que no los vemos.
No pueden mantener contacto con nosotros, excepto por una cosa.
Es lo único que los mantiene cerca de nosotros:
sus manos.
Sus manos siguen vivas.
Pueden tocar, tocarnos, mover cosas de sitio, incluso pintar un cuadro; si así lo desean.
Pero eso no lo sabemos.
Sus manos no son invisibles,
son únicamente transparentes, reflejan algo de luz, si nos fijamos.
Pero eso no lo sabemos.
"Somos aquellos reflejos transparentes que se mueven en tu ojo cuando miras fijamente al cielo"
Cuando van a salir a pasear, sus manos están atadas,
de la misma manera que nosotros nos vestimos para salir a la calle.
De alguna forma habrá que entenderlo.
Es para no cambiar la realidad,
nuestra realidad.

domingo, 5 de agosto de 2012

Resistiendo

Malas noticias,
bueno, noticias,
pero no me gustan.
Abro la ventana,
respiro hondo, hoy quiero desconectar.
Alguien está de cumpleaños y todos cantan,
oigo una risa,
parece el malo de una película.
Esta vez no, no hay película.
También pasan cosas. Me mentiste.
Ya no confías. No confiamos.
Asúmelo, te has lanzado,
y aquí sobra un paracaídas.
Pero ya te has lanzado.
"Me has decepcionado, pequeña"
De hecho, ya no sé quién eres.
Pero, como siempre,
yo voy a seguir aquí,
a tu lado,
resistiendo.

domingo, 15 de julio de 2012

Puñaladas varias





Esta era una señora,
cuyo marido se acostó con otra.
Los vio en su cama, en su cama de florecitas.
No hay cosa que la haya cabreado más que eso,
su cama de florecitas.
Se hizo un café, después lo mató,
y se fue de putas.
Si, de putas.

Diagnóstico, por favor

Esta es la historia de una mujer coqueta y presumida.
Todos los días se levanta temprano para hacer todas las tareas de la casa -O por lo menos las que le dé tiempo antes de irse a hacer footing-.
Ella se ducha, se peina, se pinta y se pone toda mona. Algunas veces le dicen que va como una puerta y que viste como una adolescente. Es una señora cuarentona, pero su alma está viva, llena de fuego, quiere salir.

Como todo el mundo, tiene alguna pega, le gusta ir a la peluquería para contarle sus problemas a las señoras de siempre, las señoras de los rulos, "Ay, pues no hay día que no me levante sin un dolor nuevo" -achaques de la edad, dicen ellas-. A ella le gusta, pues todas tienen algo parecido que contar. Dice que así no se siente un despojo moribundo, -No había añadido el ligero aire de negatividad que tiene desde que está en el paro y se murió su periquito-.
Tiene miedo a hacerse mayor. Tiene dos hijas, una es adolescente y ya no sabe qué hacer con ella, "esta niña está tonta", dice siempre. La niña pequeña es una monada, pero se enfada cuando no encuentra los vestidos de muñecas que siempre deja tirados por ahí. Su marido tampoco ayuda mucho en casa, le gusta ir al bar a beber cuando se aburre. Ya no la quiere como antes.
Un día de estos va a comprar un hurón, así sale a pasear con él.

Ahora está esperando en la peluquería a que la llamen para cortarse el pelo, quiere un corte radical, a ver si de esa forma llama más la atención de su marido. Se pone a pensar: "Ya no me haces el amor como me lo hacías antes". Él suele responder con algún sonido gutural que emite su garganta; una garganta de hombre gargantoso y grasiento que ha engordado trece quilos desde que "no sabe qué hacer con su vida". Y se va al bar. Cuando vuelve grita porque quiere canelones para cenar, siempre quiere canelones...
Ella sigue sentada, esperando, suspira. Coge una revista de moda y belleza "Ritifobia: Persistente, anormal e injustificado miedo a tener arrugas”. Suspira de nuevo. Deja la revista. La llaman. Se sienta. "Hola señora María, ¿Que tal está hoy?". Ella sonríe y habla de sus hijas.


Hoy se había pintado los ojos con raya azul; le queda muy bien, pero su marido, al verla, solo hizo “grugrugru” con la garganta.

jueves, 5 de julio de 2012

Continuando lo empezado

Recordamos aquel día.
La marea estaba tan baja que era casi imposible resistirse a subir por las rocas, 
y eso hicimos, nos subimos a las rocas,
y empezamos a investigar, 
adentrándonos por lugares inhóspitos y descubriendo otros.
Como en una película.
Queríamos saber a dónde íbamos, a dónde llegaríamos.
No nos importaba qué teníamos ese día para cenar, 
ni qué cosas teníamos que hacer al llegar a casa.
Son nuestros secretos de una tarde de verano.
Una tarde con indefinido,
nos sentíamos libres,
como si hubiéramos descubierto un continente.
Como Colón, cuando creyó que había tierra al otro lado del mar.
Lo tomaron por loco, ¿no?.
Eso es, somos unos sujetos locos indefinidos,
Quiero gritar con indefinido. Aprender con indefinido.
Aunque su garganta sea muda de gritos.
A indefinido no le gusta que le griten.
Indefinido es como la música.

miércoles, 27 de junio de 2012

Underground

Era un día bonito,
pero estaba... "Underground",
así que no podía ver lo que había fuera,
sol, pajarillos, alguna que otra nube y un lago.
Allí hacía muchísimo viento,
jugaba con mi pelo todo lo que quería.
Levanté la vista, nos cruzamos.
Rocé su hombro y nos miramos.
Él siguió su camino,
y yo el mío, un dato sin importancia…
No nos dimos cuenta de que se le había caído la cartera.
Me persiguió un señor mayor pensando que la cartera era mía.
Yo huía de él. No sabía lo qué quería.
La cartera estaba llena.
Marqué su número y llamé.
Nos reunimos en un parque, traía dos vasos de chocolate con nata.
Me pierde el chocolate.
Es un chico tímido, pero tiene algo.
Fuimos a dar un paseo.
Queríamos vernos otro día.
Dejamos lo de los nombres para el final.
Y seguimos sumidos en la ignorancia,
que nos gusta,
"Te llamaré Álvaro, te queda bien"
Nos fuimos al metro otra vez.
Nos despedimos y cada uno siguió por su lado.
Me giré y lo miré.
Él seguía su camino.
Y allí,
hacía tanto viento,
que le di las gracias y ni yo pude oírme.

lunes, 14 de mayo de 2012

¿Quién es quién?

Hoy debería estudiar
pero la verdad es que no me apetece.
No me apetece nada.
Una vez me dijeron:
dime lo primero que te venga a la cabeza.
Y eso voy a hacer:
¡Sacacorchos!
Estoy escribiendo en un papel blanco con un rotulador amarillo,
qué estupidez.
Siguiente ejercicio, abre los sentidos y escribe.
No, eso no es divertido.
Abre los sentados y escribe. Eso está mejor.
Abre los sentados, ¿Hombres sentados?
No quiero abrir a un hombre sentado.
Pues lo tiro al suelo.
El suelo del vagón está lleno de gente que estaba sentada.
Y escribe.
Voy a escribir sobre ellos, literalmente.
Veo dulces, huelo amarillos, toco la música, saboreo aromas, oigo cosas suaves.
Me gusta cambiar la realidad, cierro los ojos e imagino.
Como un juego.
Juego a imaginar que soy otra persona,
a cambiarme de cuerpo,
¿Quién es quién?
Me imagino lo que quiero,

pues nadie controla ni cabeza.


sábado, 17 de marzo de 2012

Como si fueras a vivir para siempre

No sé explicarlo.
No. Sé explicarlo.
Sensaciones extraordinarias
sensaciones de colores
que me agradan
son dulces y atentas,
sinceras, de madera,
tostadas.
tostadas de madera.
Como si te conociera...
son de tu color, James.

viernes, 24 de febrero de 2012

Querido diario

Como bien estarás acostumbrado a que te escriba la gente de cualquier edad desde tiempos inmemorables y por diversos motivos, te escribo.
Querido diario, tengo dudas, de hecho tengo una duda.
Llevo bastante tiempo siguiendo, observando y estudiando a un extraño ser.
Un ser poco visto pero muchas veces confundido.
Un ser que finge ser normal, tapado con una manta de encanto.
Un ser que actúa con soltura y se mueve con elegancia.
Debajo de la manta se esconde un animal, 
un auténtico demonio, con dientes descolocados y ojos malvados,
un ser con mente de tornillo,
estirada y retorcida.
Un ser que manipula con su encanto.
Y dada esta breve presentación, querido diario
he aquí mi duda.
¿Quién custodia el corazón de este ser?



miércoles, 25 de enero de 2012

Como un disco rayado

En un lugar blanco,
sin profundidad,
sin sombras.
A mi lado
está un hombre gris.
Un hombre cuya cara no recuerdo,
pero atractivo.
Un hombre gris y con barba.
Me intenta besar.
Ese beso nunca llega,
Él desaparece, yo
me hago pequeña, diminuta,
microscópica.
En cambio, mis manos crecen,
crecen mucho, infinito.
Puedo ver las palabras que pienso,
también encogen, se hacen diminutas,
es imposible hasta pensarlas,
pero crecen de golpe, infinitas.
Pierden el sentido, y el color,
y lo recuperan.
Como un disco rayado, pienso.
Como un disco rayado, digo.

miércoles, 18 de enero de 2012

En un bar

La camarera me sonríe.
Es realmente guapa.
Me invita a algo,
dice que está rico.
Me gusta el color,
aunque sabe a rayos.
  -Otro, por favor.
Me empiezo a tambalear,
llevo varios chupitos
no se muy bien de qué,
pero no me importa,
aprovecho el impulso para bailar,
aunque sólo me caigo encima de la gente.
Me entra el sueño,
ya me he dado demasiados cabezazos.
Me voy a una esquina poco iluminada,
de pie, me apoyo en la pared,
agacho la cabeza,
cierro los ojos,
no quiero perder el equilibrio,
separo las piernas
pero ya estoy en el suelo.
Intento echar una cabezadita,
fuera de mí, la fiesta continúa.
La gente canta, se ríen.
la camarera se sube a la barra,
otra chica se sube con ella,
baila exageradamente,
se le rompe un tacón, se cae;
no lleva ropa interior.
Piden un striptease.
Un hombre colorado sonríe de una forma estúpida,
alguien me vomita en un zapato,
hay una pelea.
Pero a mí nadie me molesta.
Me despierto en mi cama,
huelo a tabaco.
No era un sueño.

domingo, 8 de enero de 2012

Todos

Dormida, digo cosas.
Dormida digo.
Dormida, cosas,
cosas dormidas.
Se me seca la boca,
me retumba en los oídos,
el armario se abre.
Yo, armario.
Yo, me abro,
y escribo,
tiemblo,
lo saben, 
están cerca,
me hablan, voces,
voces, dicen.
No lo entiendo.
Grito.
Me asfixio.
Música a todo volumen,
la siento en la garganta,
me presiona,
me llama.
Pero ellos no me conocen.
Sueñan, como yo.
Y dicen; dormidos,
me dicen.
Y lloran, porque sueñan.
Pero hay luz al final del túnel,
aunque, 
yo se por qué lo hiciste,
te dolía
sentir.