martes, 8 de octubre de 2013

*Ring*

Se despierta, por la mañana. Bueno, cree que es por la mañana.
Hace muchas horas que han empezado a cantar los pájaros.
De hecho, debería empezar a pensar en preparar la comida.
Se levanta, muy a su pesar, y va al baño.
Se desnuda y entra en la ducha.
Suena la música.
Se lava el pelo y juega con la espumita que se forma con el champú.
El baño se llena de vapor.
Escribe su nombre en la mampara, dibuja un árbol, una flor, un caballo...
Se aclara el pelo y sale de la ducha, envolviéndose en una enorme toalla azul. Es enorme porque ella es muy bajita.
Se queda quieta porque le gusta esperar a entrar en calor, aunque sabe que después, la temperatura que hay fuera de su campo de fuerza va a borrar todas sus ideas durante un momento.
Se pone algo de ropa, que parece saber que tiene frío y se abalanza hacia ella.
Vuelve al baño, coge un cepillo para desenredarse el pelo, cuando se mira al espejo vuelven todas las ideas que el frío había borrado. Sonríe.
Y entonces, recuerdo que el destino que El Destino ha escogido para mí no es el que busco.
Pero me gusta.