domingo, 7 de septiembre de 2014

Evasión

Se oye una guitarra. Una guitarra que suena como si tuviera la boca llena. Cuyo sonido envuelve la mente de quien la escucha. Incitando a las ideas a alejarse, sintiendo libertad, tristeza y felicidad al mismo tiempo. Flotando.
Esos son los detalles que hacen que uno olvide el lugar que ocupa en el mundo durante un instante. Ese instante en el que nada puede atravesar los muros que la música ha creado. Disfrutando de ello aunque sea “semiefímero”. Pudiendo reavivarlo siempre que quiera.

El placer es todo mío.
Termina la pieza.

*Clik*

Se oye una guitarra. Una guitarra que suena como si tuviera la boca llena…


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