viernes, 29 de julio de 2011

La llamada muerte del Ángel

Hoy no quiero decir nada,
has destruido mi sonrisa.


Dulce Ángel,
puro en todos sus estados.
Qué inocente.
Su amor fue quebrado,
y su corazón robado, junto a sus ojos.
Su deseo de volar le privó de las alas.
Su alma y mente, vagando por el espacio etéreo
permitieron su unión al diablo.
Lanzaron flechas de versos ciegos
clavándose en llagas abiertas
que fingían estar sanas.
El Ángel, carente de sentidos,
se sometió al yugo de esclavitud.
Y por lo que cuentan,
la soga que se ató al cuello
hizo el resto.
Nunca será el mismo.
Y mientras tanto, los pájaros asisten al funeral.

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