jueves, 5 de julio de 2012

Continuando lo empezado

Recordamos aquel día.
La marea estaba tan baja que era casi imposible resistirse a subir por las rocas, 
y eso hicimos, nos subimos a las rocas,
y empezamos a investigar, 
adentrándonos por lugares inhóspitos y descubriendo otros.
Como en una película.
Queríamos saber a dónde íbamos, a dónde llegaríamos.
No nos importaba qué teníamos ese día para cenar, 
ni qué cosas teníamos que hacer al llegar a casa.
Son nuestros secretos de una tarde de verano.
Una tarde con indefinido,
nos sentíamos libres,
como si hubiéramos descubierto un continente.
Como Colón, cuando creyó que había tierra al otro lado del mar.
Lo tomaron por loco, ¿no?.
Eso es, somos unos sujetos locos indefinidos,
Quiero gritar con indefinido. Aprender con indefinido.
Aunque su garganta sea muda de gritos.
A indefinido no le gusta que le griten.
Indefinido es como la música.

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